Nunca es tarde para cambiar de rumbo. De hecho, es ahora.
Muchos adultos me dicen “ojalá hubiera estudiado otra cosa”. Otros, simplemente quieren salir del sector donde llevan 20 años. Y muchos más sienten que el mundo ha cambiado demasiado rápido y necesitan actualizarse.
El reciclaje profesional no es un parche, es una oportunidad. Un nuevo ciclo. Pero no debe hacerse solo. Requiere estrategia, información y acompañamiento. Trabajo con personas adultas para rediseñar su camino profesional, entendiendo qué saben, qué pueden aprender y hacia dónde pueden proyectarse. Y lo más importante: lo hacemos sin que renuncien a lo que ya han construido.